Esta crisis sanitaria nos ha dejado a todos en casa, el CEO , el mesero, la manicurista y estando “quietos” debemos ir mirando dentro. Evolucionamos cada vez que superamos retos diarios por simples que se vean.

Cuando iniciaron las primeras noticias del COVID desde esta Isla del Caribe había mucha indiferencia, “China” está muy lejos. Lo primero que inició a principios del 2020 fue un descenso en las visitas al Barrio Chino. Hubo una ocasión que asesoré una joven cuyo negocio se había paralizado porque importaba 100% desde China y ella había quedado sin ingresos. En ese momento dije que fuerte depender de una única fuente de ingresos, pero jamás pensé que estaríamos todos bajo una misma realidad.

Luego que empezó el primer caso inició una etapa de “Miedo” ante lo desconocido, y le pusimos cara del Italiano al virus. Aún en este momento entendíamos frenar el flujo de extranjeros nos iba a librar de la crisis que enfrentaba el resto del mundo.

Cuando murió la queridísima Jenny Polanco , el coronavirus tomó otras dimensiones , y empezó un sentimiento de angustia, falta de sueño, vulnerabilidad, nervios…una gran compra de abastecimiento y luego entender que debemos preocuparnos por el día de hoy que es nuestro presente, que angustiarnos por el futuro no resuelve nada.

Entonces a nivel financiero todos necesitamos :

  • Saber cuál es nuestra posición?. Ahora , como nos encuentra esta cuarentena que inició y se extiende 25 días más.
  • Identificar cuánto cuesta nuestra vida? En este mes que se eliminan gastos no necesarios y que podemos acogernos a medidas que impulsan la flexibilidad de nuestros pagos para garantizar nuestra sobrevivencia.
  • Establecer proyecciones sensatas sobre nuestro sector productivo, y las fortalezas financieras con que encuentra nuestro negocio o nuestra realidad personal para poder estimar el trimestre que sigue e incluso un cuarto mes cuando se supone se vayan normalizando nuestros compromisos de pago y entradas de efectivo.
  • Identificar si mi trabajo será suspendido ( si soy empleado) y que tan posible es que lo pierda en unos meses.

Entender que saldremos a un mundo nuevo, que el anterior quedó atrás junto con sus costumbres y hábitos de consumo. En este sentido sería interesante plantearnos a revisar qué hábitos no deseo repetir en mi comportamiento financiero para no regresar a ellos.

Qué debería reforzar para conectar mis necesidades de capacitación con el propósito que tengo en la vida. Cuando todo esto pase qué legado quiero dejar. Y en este mismo sentido tenemos una invitación a ser flexibles, sobrevivirá quien sea capaz de reinventarse y responder a las nuevas necesidades del mercado.

Quien maneje el desapego entendiendo que hemos comprado tantas cosas que no son útiles hoy día y que manejar con más consciencia nuestros recursos nos permitirá fortalecer nuestra liquidez y nuestro ahorro, con ello nuestra paz financiera y nuestras posibilidades. Quien tiene liquidez puede elegir, aprovechar oportunidades y mantiene la calma ante estos momentos inciertos.

Te deseo una vida plena! y positiva hoy y siempre!

(((Buenasvibras))).